Sintiendome tonta

En los últimos días tengo la sensación de que todas las personas a las que llamo para pedir información para las noticias me toman el pelo, o dan rodeos, o no me cuentan nada. Supongo que hasta que me conozcan esto será así. Menos mal que me estoy armando de paciencia y trato de llevarlo lo mejor posible porque algunas veces me dan ganas de gritar que no soy ninguna estúpida y que ya era periodista antes de venir aquí.

Además me he dado cuenta de que lo mejor de Madrid es que todos pasamos desapercibidos, que nadie conoce a nadie. No llevo ni un mes aqui y ya voy por la calle saludando a gente y, no es que me moleste, es que aún no me acostumbro a esto. No sé, es la sensación de estar continuamente vigilado por una especie de Gran Hermano y saber que cualquier cosa que hagas va a llegar a todo tu entorno. Vamos que aqui lo de mantener un secreto es bastante complicado.

En fin, que todo sigue bien, pero que tengo muchas ganas de ir a Madrid y ponerme bufanda y guantes, de irme de cañas a ‘La Ría’ y de salir por Huertas.