De nuevo en casa
Creo que ya he comentado alguna vez esa sensación de relax que siente uno cuando vuelve a su propia casa. Me refiero a cuando tira las maletas sobre la cama y se sienta en su sofa simplemente a descansar después de 8 horas de viaje infernal desde Madrid. Me encantó esa sensación el lunes cuando me senté y pensé que por fin estaba en casa.
Y eso que los días en Madrid han sido espectaculares. Relax, tranquilidad y disfrutar de los amigos. Realmente lo necesitaba pero ya el domingo tenía ganas de volver a Ceuta, a mi vida del día a día.
Tengo que hablar de la boda. No creais que me he olvidado. Lo pasamos genial y eso que yo en el primer momento tuve mis dudas. Os preguntareis porqué y pensareis que soy una tonta... resulta que todas mis amigas fueron con sus parejas y, claro, la única sola en la mesa era yo. Sí, sé que resulta estúpido y más viniendo de mi que suelo presumir de independiente pero en ese primer segundo dudé de como iba a pasarlo. Como ya digo un pensamiento idiota porque a los dos segundos de estar sentada en la mesa me di cuenta de que todo iba a ser genial.
La novia estaba muy guapa, como ella es (que voy a decir yo de mi amiga) y el novio, bueno, el novio espectacular, manteniendo su buen humor hasta cuando se equivocó en mitad de la ceremonia. Como yo me sentaba en el banco de los testigos él me miraba y nos partíamos de risa, increible vamos.
La comida fue en el Club de Tiro, en el Pardo, y como hizo un día buenísimo pudimos disfrutar de la terraza para el Coctel. Luego estaba todo buenísimo, el mero sabrosisimo y la carne... aún babeo de pensar en ella.
Pues eso que todo genial pero que me alegro mucho de estar de nuevo en casa.
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