Dias tranquilos

Por primera vez en varias semanas estoy teniendo un día tranquilo, algo que se agradece, no sé, no tener que ir corriendo a todas partes cargando con el micro de la tele y el minidisc de la radio. Y en estos días es cuando me apete contaros como es mi vida aqui.

Normalmente me levanto a eso de las nueve de la mañana (si voy a la radio, a las seis), desayuno y me voy a la tele. Cuando llego siempre hay unos cuantos fax esperando para que vayamos a ruedas de prensa, cuando estamos todos es genial porque vamos cada uno a una cosa y punto, cuando estamos sólo dos es un infierno porque no hay forma humana de llegar a todas partes.

A las dos de la tarde salgo de trabajar, me voy a comprar el pan y (atención madrileños) a las dos y ocho minutos, como muy tarde, estoy en mi casita. Por la tarde se repite la misma historia de la mañana. Después, a eso de las nueve menos cuarto, empiezan los nervios, hay que terminar las cosas rápido que a las nueve y cuarto empieza el informativo (casi siempre salimos tarde, cuando no hay un problema hay otro).

Después voy a la autoescuela, aunque mi nivel de concentración ya es bastante patatero (pero ya voy aprobando test ¿eh?), aunque si puedo escaquearme me escaqueo y me voy a tomar una caña con una tapita de ensaladilla rusa (la del 'Pacho' está buenísima).

Luego los fines de semana son más tranquilos, a veces salgo con la gente del trabajo (y con otros periodistas de otros medios que siempre nos encontramos), pero si no me quedo en casa haciendo sillonball y tan feliz.

Ahora con el buen tiempo las cosas son mejores. La gente ya está empezando a ir a la playa y ya estamos organizando bajar unas cuantas en las tres horas que tenemos para comer, llevarnos un bocadillo o un tupper de ensalada y a ponernos morenas, que para un año que tengo playa hay que aprovechar.

En resumen, que estoy muy bien, echo de menos muchas cosas de Madrid pero intento vivir sin pensar en ello.