A vueltas con los paneles

Reitero que prefiero no hablar de temas de trabajo aqui pero esto ya pasa de castaño oscuro. Después de escuchar al presidente de la Ciudad Autónoma decir que el problema se solventaría, hoy la cosa ha cambiado. La portavoz del Gobierno, consejera de Medioambiente para más inri, se ha mantenido en su postura de que no se pone la información sobre la calidad del agua en el panel para ahorrar. Porque si se escribe mucho en él, el año que viene habrá que comprar otro y es carísimo.

En primer lugar decir que cuando un ayuntamiento (o en este caso Ciudad Autónoma) solicita voluntariamente que a su playa se le otorgue la bandera azul ya sabe que los paneles son caros y que uno de los requisitos obligatorios es que aparezca la calidad ambiental de las aguas. En segundo lugar, la información no tiene porque aparecer en el panel, puede aparecer a un lado, o en la caseta del socorrista, o en algún lugar visible de la playa. Y ya para finalizar, la solución otorgada por la consejera es que quien quiera saber la calidad del agua llame a la Consejería. Fantástico, a partir de ahora para saber que nos bañamos en agua limpia tenemos que gastar de nuestro bolsillo. ¿Y esta gestión se merece una bandera azul?

Si mi amiga Renglon Torcido estuviera por aqui seguro que sabía marcarse una reflexión que colocara a su altura a quienes demuestran de forma tan sangrante su falta de eficacia. Yo no soy tan buena escribiendo opinión, soy demasiado bruta para eso, enseguida me voy al insulto. Pero vamos, que esto es grande.